Timbres inteligentes con video: ¿Son realmente seguros?

En la era digital, la seguridad del hogar ha evolucionado significativamente. Los timbres inteligentes con video, conectados a internet, prometen brindar tranquilidad al permitirnos ver quién llama a nuestra puerta principal antes de decidir si queremos permitir el acceso.

Además, nos informan sobre la entrega de paquetes, incluso cuando no estamos en casa, e incluso pueden disuadir a posibles intrusos. Sin embargo, ¿qué tan seguros son realmente estos dispositivos?

Problemas de seguridad

Una investigación inquietante realizada por Consumer Reports sugiere que algunos timbres inteligentes con video podrían proporcionar un falso sentido de seguridad a los consumidores.

En particular, los timbres de la marca Eken and Tuck han sido señalados por tener graves deficiencias de seguridad que los exponen a posibles hackeos. A pesar de llevar diferentes nombres comerciales, los modelos Eken y Tuck son, en realidad, productos idénticos fabricados por Eken Group en Shenhen, China.

El mismo fabricante para múltiples marcas

La falta de respuesta por parte de la compañía fabricante ante las preocupaciones de seguridad planteadas por Consumer Reports deja en entredicho la integridad de estos dispositivos. Además, se ha descubierto que al menos otros 10 timbres con video de diversas marcas también presentan similitudes con los modelos Eken y Tuck.

Expertos en seguridad como Beau Woods advierten sobre el peligro de estas prácticas negligentes, especialmente para personas en situaciones de riesgo, como víctimas de violencia doméstica. La falta de cifrado y la facilidad con la que los dispositivos pueden ser pirateados representan una amenaza real para la seguridad y la privacidad de los usuarios.

Todos estos dispositivos hacen uso de la aplicación para teléfonos inteligentes Aiwit, la cual ha sido descargada más de un millón de veces en Google Play, pero cuyas cifras totales de descargas por parte de usuarios de Apple aún no se han revelado.

Popularidad del timbre: ¿Un riesgo?

Es preocupante que alrededor de 1 de cada 5 personas mayores de 50 años posea un timbre con cámara, según datos de Parks Associates. Estas cifras reflejan una tendencia creciente en la adopción de tecnología para la seguridad del hogar, pero también subrayan la necesidad urgente de evaluar la seguridad de los dispositivos disponibles en el mercado.

Ante la incertidumbre sobre la seguridad de los timbres inteligentes con video, es crucial que los consumidores tomen medidas proactivas para proteger su privacidad y seguridad en el hogar:

  • Desconectar dispositivos inseguros: Si se sospecha que un timbre inteligente con video presenta deficiencias de seguridad, es recomendable desconectarlo de la red wifi y retirarlo de la puerta principal.
  • Optar por marcas reconocidas: Se aconseja adquirir productos de marcas prominentes como Logitech, Nest, Ring y SimpliSafe, que cuentan con mejores registros de seguridad y una reputación consolidada en el mercado.
  • Analizar las reseñas con cautela: Si bien las opiniones de los usuarios pueden ser útiles, no deben ser el único criterio para evaluar la seguridad de un producto. Es importante considerar también las políticas de seguridad de la empresa fabricante y su historial de respuesta ante incidentes de seguridad.
  • Buscar etiquetas de ciberseguridad: El plan voluntario de etiquetas de ciberseguridad respaldado por el Gobierno, anunciado por la FCC, podría proporcionar una guía útil para los consumidores al identificar productos que cumplen con estándares de seguridad establecidos.

La proliferación de estos timbres inseguros no se limita a plataformas como Amazon, Walmart y Sears. También se extiende a mercados internacionales, lo que dificulta la identificación de productos seguros para los consumidores.

La falta de regulación y responsabilidad en la industria de los dispositivos inteligentes representa un riesgo para la seguridad pública. Es necesario que los fabricantes, minoristas y reguladores adopten medidas más estrictas para garantizar la seguridad y privacidad de los consumidores.